Yesterday, all my troubles seemed so far away, now it looks as though they're here to stay
No es que quiera hacer una de esas entradas de mierda que preocupan gente y que terminan tirando mala onda para todos lados. Pero la verdad, necesito que esto salga por algun lado, necesito desquitarme al menos un poco de toda la mierda que pasó hoy. Simplemente me fui a dormir media hora, me desperté y, como me pasó a la mañana, me volví a dar cuenta de que estaba viviendo un día de mierda. Un día bien de mierda, como vinieron siendo los últimos días desde el sábado.
Hoy me levanté tarde, no desayuné, me fui a los pedos de mi casa, me sentía muy mal. Llegué al colegio y nada mejoró. No, no es que no mejoró mi salud física. No mejoró ese mal humor y ese presentimiento de que era un día de mierda. Desde las 10 a las 12 no pasó absolutamente nada, solo esos momentos que confirmaban, y seguían confirmando, que no quería vivir ese día. Una, dos, tres, mil cosas. ¿Por qué no me habré quedado en mi casa? Ah, me acordé, porque no hubiera zafado de eso: quedarme hubiera sido deprimente y ahora estaría el doble de peor de lo que estoy ahora.
¿Vieron ese Shustypresentimiento de que todo se va a ir al carajo? ¿Vieron ese gustito a que no cierran las cosas... a que hay algo que va a ir profundamente mal? ¿Los malos presentimientos, esos que esperás que fallen... y no fallan?
No fallan. Algo tiene que ir mal, el trencito de la alegría tiene que ser o atacado por chorros con motosierras o tiene que chocarse estrepitosamente contra la pared. Si, estamos un monton de tiempo llenándonos la cabeza diciendo "Está todo bien, está todo bien" pero cuando pasa algo malo no nos acordamos que nuestra vida estuvo llena de momentos de felicidad:
Cualquier cosa mala va a opacar siempre lo bueno, no importa cuanto esfuerzo hagas. Un buen pasado nunca va a distraernos del presente de mierda que vivimos.
La sensación de querer desaparecer volvió. Si, quiero desaparecer, quiero que nada me importe y ser de piedra. A veces uno desea no sentir nada, que nada le preocupe.
Pero eso es mil veces más patetico.
Quiero... desaparecer.
Hoy me levanté tarde, no desayuné, me fui a los pedos de mi casa, me sentía muy mal. Llegué al colegio y nada mejoró. No, no es que no mejoró mi salud física. No mejoró ese mal humor y ese presentimiento de que era un día de mierda. Desde las 10 a las 12 no pasó absolutamente nada, solo esos momentos que confirmaban, y seguían confirmando, que no quería vivir ese día. Una, dos, tres, mil cosas. ¿Por qué no me habré quedado en mi casa? Ah, me acordé, porque no hubiera zafado de eso: quedarme hubiera sido deprimente y ahora estaría el doble de peor de lo que estoy ahora.
¿Vieron ese Shustypresentimiento de que todo se va a ir al carajo? ¿Vieron ese gustito a que no cierran las cosas... a que hay algo que va a ir profundamente mal? ¿Los malos presentimientos, esos que esperás que fallen... y no fallan?
No fallan. Algo tiene que ir mal, el trencito de la alegría tiene que ser o atacado por chorros con motosierras o tiene que chocarse estrepitosamente contra la pared. Si, estamos un monton de tiempo llenándonos la cabeza diciendo "Está todo bien, está todo bien" pero cuando pasa algo malo no nos acordamos que nuestra vida estuvo llena de momentos de felicidad:
Cualquier cosa mala va a opacar siempre lo bueno, no importa cuanto esfuerzo hagas. Un buen pasado nunca va a distraernos del presente de mierda que vivimos.
La sensación de querer desaparecer volvió. Si, quiero desaparecer, quiero que nada me importe y ser de piedra. A veces uno desea no sentir nada, que nada le preocupe.
Pero eso es mil veces más patetico.
Quiero... desaparecer.
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