The BEST of you
Arranco contando de dónde el problema que, aunque tan adentro guardado tenía, me surgió hoy, e hizo que mis entrañas ardiesen y que un deseo incontrolable de estrellarme contra la pared no abandonase mi cabeza hasta horas después.
No no, prometo no aburrirlos a los poco concurrentes y carentes lectores asiduos del blog.
Desde que era chiquita que mi papa y mi mama me inculcaron algo. Me lo decían cada vez que me iba mal, bah, me fuese mal o me fuese bien, siempre me lo decían porque era algo importante y después me dí cuenta porqué.
Creo haber escuchado de boca de ambos, alguna que otra vez que estaba mal porque había patinado en alguna materia:
Y he aquí mi problema: aspiro a ser... no sé si la mejor, pero necesito considerarme buena o talentosa en demasiadas cosas.
Una parte radica en mi amor por literatura y matemática. Por las ciencias exactas y los libros. En términos literarios, me gusta la ciencia ficción y la poesía. En términos matemáticos, me gustan los números positivos y negativos.
La otra parte de mi gran dilema es lo fascinada que me encuentro con las cosas informáticas. Cualquiera diría que UNA rama de la informática me puede gustar. Bueno, no. Me gustan todas. ¿Programar, crear las aplicaciones del usuario? ME ENCANTA. ¿Diseño, imágenes, video, sonido, y la manipulación de cualquier tipo de multimedia? ME ENCANTA. ¿La arquitectura de la computadora, el hardware, el software, la conexión entre computadoras? ME ENCANTA.
Y aquí llego a mi problema, que es... necesito ser considerada buena en todos esos campos. Necesito tener una pequeña, pequeña muestra de que soy buena en eso para poder sentirme bien, porque esas materias de verdad me gustan. Esos temas son los que de verdad me interesan, y si no sé, entiendo y conozco un tema que me gusta, ¿cuál voy a saber sino?
Escribiendo, programando, en Matemática, Redes, Utilitarios. Necesito sentir que el esfuerzo que hago me coloca arriba de la linea de la gente promedio. No sé de dónde me surgió esta necesidad, no sé cuando me surgió esta necesidad. Pero descubrí que cuando algo me sale mal, o alguien me supera, me frustro.
No hay nada, nada, nada peor que la frustración humana. Pensar que hay algo que no hiciste, que no pudiste hacer, que salió mal. Pensar que hay algo que falló. Y no puedo hacer más que carcomerme la cabeza, pensar, pensar y pensar, ¿cómo no se me ocurrió antes? ¿por qué me equivoqué en este estupidez?
No es nada grave, ya sé que nadie muere por equivocarse. Pero para mí, equivocarme es hacer el ridículo y es un patético, aunque efímero, momento de ignorancia.
No me escuchen. Son los pensamientos sueltos de alguien cuyos cabos sueltos no puede unir sin perdonarse una equivocación
No no, prometo no aburrirlos a los poco concurrentes y carentes lectores asiduos del blog.
Desde que era chiquita que mi papa y mi mama me inculcaron algo. Me lo decían cada vez que me iba mal, bah, me fuese mal o me fuese bien, siempre me lo decían porque era algo importante y después me dí cuenta porqué.
Creo haber escuchado de boca de ambos, alguna que otra vez que estaba mal porque había patinado en alguna materia:
No te tiene que ir de 10 en todo. Eso sí. En lo que te gusta, tenés que ser la mejor.Al principio dije "Ay, Mierda". Pero con el correr del tiempo entendí que el ser humano necesita identificarse con algo. Algo, algo que lo defina, que sea parte de él, una característica suya que resalte. Además de características físicas o emocionales, además de resaltar por ser buena persona, amigable, divertido, y lo que quieran, el ser humano suele tener ciertas aspiraciones. Una persona se siente bien siendo considerada la mejor en algo.
Y he aquí mi problema: aspiro a ser... no sé si la mejor, pero necesito considerarme buena o talentosa en demasiadas cosas.
Una parte radica en mi amor por literatura y matemática. Por las ciencias exactas y los libros. En términos literarios, me gusta la ciencia ficción y la poesía. En términos matemáticos, me gustan los números positivos y negativos.
La otra parte de mi gran dilema es lo fascinada que me encuentro con las cosas informáticas. Cualquiera diría que UNA rama de la informática me puede gustar. Bueno, no. Me gustan todas. ¿Programar, crear las aplicaciones del usuario? ME ENCANTA. ¿Diseño, imágenes, video, sonido, y la manipulación de cualquier tipo de multimedia? ME ENCANTA. ¿La arquitectura de la computadora, el hardware, el software, la conexión entre computadoras? ME ENCANTA.
Y aquí llego a mi problema, que es... necesito ser considerada buena en todos esos campos. Necesito tener una pequeña, pequeña muestra de que soy buena en eso para poder sentirme bien, porque esas materias de verdad me gustan. Esos temas son los que de verdad me interesan, y si no sé, entiendo y conozco un tema que me gusta, ¿cuál voy a saber sino?
Escribiendo, programando, en Matemática, Redes, Utilitarios. Necesito sentir que el esfuerzo que hago me coloca arriba de la linea de la gente promedio. No sé de dónde me surgió esta necesidad, no sé cuando me surgió esta necesidad. Pero descubrí que cuando algo me sale mal, o alguien me supera, me frustro.
No hay nada, nada, nada peor que la frustración humana. Pensar que hay algo que no hiciste, que no pudiste hacer, que salió mal. Pensar que hay algo que falló. Y no puedo hacer más que carcomerme la cabeza, pensar, pensar y pensar, ¿cómo no se me ocurrió antes? ¿por qué me equivoqué en este estupidez?
No es nada grave, ya sé que nadie muere por equivocarse. Pero para mí, equivocarme es hacer el ridículo y es un patético, aunque efímero, momento de ignorancia.
No me escuchen. Son los pensamientos sueltos de alguien cuyos cabos sueltos no puede unir sin perdonarse una equivocación
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