Posteo inspirado en conversaciones abundantes con mi negro favorito.
Hay veces en las que deseamos que la gente se de cuenta de las cosas. Que, en cierto punto, darse cuenta de lo que queremos, necesitamos, esperamos de alguien, tiene una fuerte relación con la importancia que cobramos para esa persona, o cuánta atención nos pone.
Esperamos que la gente sepa conocernos y sepa cumplir... parte de lo que esperamos. Al menos, que no nos decepcionen.
No. No queremos tener que explicarlo. ¿Que gracia tiene decir, letra por letra, todo lo que esperamos, todo lo que necesitamos? No. Media pila. Sé imaginativo/a. Usá la cabeza. Sigo diciéndolo: no es muy difícil adivinar lo que una persona quiere. Total, todos los hombres son iguales. Y las mujeres, todavía más.
Date cuenta. No es tan difícil adivinarlo. Una muestra de afecto. Un detalle. Eso que vos sabés que falta. Esa falta que cometés. Dios, gastate. Nada más simulá como que te importa. Mentime, hacé como que tu cabeza no está en otra cosa el 90% del tiempo (que creo que así debe ser).
Comentarios
Publicar un comentario