Grandes poetas y novelistas

"Me celebro y me canto, 

lo que me atribuyo también quiero que os lo atribuyais.

Pues cada átomo mio puede ser también de vosotros, y lo será."

"La alegría de la soledad entre las muchedumbres arbóreas de los bosques o en las aperturas multitudinarias de las calles."

"¿Alguien ha pensado que nacer era una aventura?

Me apresuro a manifestarle que morir es tan venturoso.

Lo sé."

"Yo agonizo con los moribundos y nazco con los que nacen.

Mi yo no está contenido por completo entre mis zapatos y mi sombrero."

"Yo soy el camarada de las gentes todas, tan inmortales e insondables como yo."

"¿Qué es un hombre, después de todo? ¿Qué soy? ¿Qué sois?"

"Yo no lloriqueo como los que van lamentándose por el mundo.

Que el tiempo y la nada son sinónimos, que la tierra no es más que podredumbre."

"Existo tal cual soy, eso me basta, 

Si nadie lo sabe, eso tampoco amarga mi satisfacción

Y si lo sabes, igual es mi satisfacción."

"Lo sabe un mundo, el más vasto de los mundos para mí, que soy yo mismo."

"Soy el poeta del Cuerpo y el poeta del Alma

Los placeres del Cielo me acompañan, me acompalan las torturas del Infierno.

He multiplicado en mí el injerto de los primeros,

Los segundos los traduzco en un idioma nuevo."

"Soy el poeta del bien, pero no rehuso también ser el poeta del mal.

¿Que pretende significar toda esa charlatanería acerca del vicio y de la virtud?

El mal me impulsa, la reforma del mal me impulsa, pero yo permanezco indiferente. 

Mi actitud no es la de un censor ni la de un reprobador. 

Yo riego las raíces de todo lo que crece."

‎"Cuando el sol brilla, no se puede ver la luna, pero cuando el sol de pone, ¡ah! cuando el sol se pone. Cuando el sol se ponga veremos la luna" Muerte en el Nilo

"Julieta: Demos a una rosa otro nombre y no por eso dejará de agradarnos; su perfume no será por eso menos dulce. Si Romeo tuviese otro nombre, toda su gracia y toda su perfección quedaría en él, que es a quien yo amo. Borra ese nombre, ¡Oh Romeo!, ese nombre que no es nada, ese nombre que no constituye tu ser, ¡bórralo y tómame a mí en cambio, a mí toda entera!

Romeo: Te tomo la palabra, Julieta. Dime tan sólo 'Amado mío'. Dame ese nuevo bautismo y nunca ¡oh!, nunca volveré a ser Romeo."

"Julieta: ¿Cómo has llegado hasta aquí? ¿Por qué estás aquí? Dímelo. Los muros de este jardín son muy altos y son difíciles de escalar. En este lugar está indudablemente la muerte para tí, que eres un Montesco, si te encuentra alguno de mis parientes.

Romeo: El amor me prestó sus alas y desaparecieron todos los obstáculos. ¿Qué es para el amor una muralla de piedra? A todo lo que quiere se atreve y yo no temo la cólera de tus parientes.

Julieta: ¡Si te viesen, te matarían!

Romeo: Hay para mí más peligro en tus ojos que afrontar veinte espadas desnudas. Concédeme tan sólo una dulce mirada y eso me bastará para desafiar el furor de todos. 

Julieta: No quisiera, por el mundo entero, que te viesen aquí.

Romeo: El manto de la noche me cubre y me oculta de sus ojos. Amame, bien mío, que lo demás me importa poco. La vida sin tu ternura no es nada para mí; preferiré que me la quiten."

"Julieta: Pero ¡ay!, no me acuerdo para qué te he llamado.

Romeo: Pues estaré aquí hasta que te acuerdes.

Julieta: Entonces lo olvidaré para que no te vayas nunca. No hago memoria más del placer que siento estando contigo.

Romeo: Pues no me iré, a fin de que continúes olvidando."

"-¿Qué haces ahí?-le dijo el principito al bebedor.

-Bebo.-respondió el bebedor con un aire lúgubre.

-Pero, ¿por qué bebes?-preguntó el principito.

-Para olvidar.-respondió el bebedor.

-¿Para olvidar qué?-preguntó el principito, que desde ese momento ya lo compadecía.

-Para olvidar que tengo vergüenza.-confesó el bebedor.

-¿Vergüenza de qué?-preguntó el principito deseando poder ayudarlo.

-¡Vergüenza de beber!-dijo el bebedor, y se encerró definitivamente en el silencio. 

Decididamente, las personas adultas son muy extrañas-pensó el principito durante el viaje"

"-Uno se halla un poco solo en el desierto...-dijo el principito.

-Uno también de halla sólo entre los hombres.-dijo la serpiente."

"Cuando por la noche mires al cielo, estaré en una de esas estrellas. Y como yo reiré te parecerá que todas las estrellas ríen para tí. ¡Tú tendrás estrellas que saben reír!"