Resulta que Gonzalo y yo nos sentamos en un Starbucks (más específicamente en el de Av de la Plata y Rivadavia) y nos pusimos a charlar. Hablamos de las cosas que siempre charlamos, amor, vida, sexo, gente, lo de siempre. Había una pareja sentada en un sillón que nos miraba sin decir una palabra. Gonzalo y yo, mientras charlamos, solemos ser muy extrovertidos, y hacemos la mayor cantidad de caras y gestos. En cierta parte de la charla incluso actué una vez que un pibe me había intentado chamullar. La pareja nos miraba con la mayor fascinación. Intercambiaban comentarios por lo bajo pero no nos dejaban de mirar. Cuando nos fuimos, la chica me sonrió. No sé si habremos sido unos payasos, si habremos sido interesantes. En cierto momento nos sentimos con Celine y Jesse de Before, por lo bizarro y a la vez profundo de nuestras conversaciones. Sé que en mi vida quiero ser la persona que habla y participa, no la que escucha. Quiero ser "artífice de mi vida". Y también quiero aprend