¿Amaste a Annie en seguida, Finnick? —pregunto.
No. —Pasa mucho tiempo antes de que agregue—: Ella creció de a poco dentro de mí.
(...)
Una punzada de celos me golpea. No por Finnick ni Annie, sino por su certeza.
Nadie que los viera ahora podría dudar de su amor.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Empty